Buscando defecto
Solo detente un segundo y analiza lo que esa persona ha hecho por ti, una y otra vez, solo por hacerte feliz. Es entonces cuando te darás cuenta de que eres un miedoso/a o simplemente un persona inconformista, que cuando lo tienes todo busca la forma de dañarse a sí mismo, destruyendo lo bueno que tiene a su lado.
Tus prejuicios juegan mucho en tu contra socialmente, sobre todo cuando comienzas a conocer a una nueva persona, ¿Por qué diablos lo primero que te importa es en qué fracasará esa persona? No puedes permanecer preocupado en qué error cometerá, por qué quieres idealizar a una persona, teniendo esta que ser perfecta en todo para que cuando se estén conociendo te puedas sentir atraído por ella. Tengo noticias para ti, estás haciendo todo mal. En vez de fijarte en sus defectos todo el tiempo, enfócate en averiguar y reconocer sus virtudes, todo lo que lo haga una persona fascinante a tus ojos, siempre teniendo en cuenta que nadie es perfecto, ni siquiera tú. Deja de juzgar a la gente, deja de buscar sus errores, deja de buscar pequeños detalles para decepcionarte de la otra persona y buscar una excusa para no verla nunca más, ¿Cuántas personas has perdido en tu vida por este error? Creo que muchas, y es tiempo de que te detengas ahora. En vez de estar analizando a una persona que acabas de conocer todo el tiempo, céntrate en ti, para poder mostrar todas tus virtudes y lo mejor que tienes para ofrecerle a la otra persona. Graba lo siguiente en tu cabeza:
1. Tú no eres perfecto, asi que no busques a alguien perfecto.
2. Tú no eres esa persona, así que no pienses y te centres en ella, preocúpate por ti.
3. Que tus inseguridades no te limiten al momento de poder entregarte la oportunidad de
conocer a alguien especial.
4. Reconoce todo lo bueno que posee esa persona y que sólo te importe ello, porque sólo eso
te hará feliz.
El hecho de que una persona busque defectos en otra consta de muchos factores, como lo enumerare en la siguiente lista:
1. Inconformidad
Es la actitud negativa que nos empuja a ser críticos y comenzar a fijarnos solamente en los defectos de los demás. Es ilógico que cuando tienes todo lo que siempre deseaste que una persona hiciera por ti, sigues sintiéndote inconforme y buscando algo que más pueda haber y que nunca encontrarás. Todos debemos aprender a valorar lo que hacen por nosotros aquellas personas a quienes les gustamos, quienes están enamoradas o quienes nos aman locamente, pero finalmente no lo hacemos, ¿Por qué? Porque nunca estamos conforme con lo que tenemos, simplemente porque no somos capaces de valorar las cosas, simplemente porque cuando tenemos todo creemos no tener nada y esperamos más y más, siendo exigentes con la otra persona, basándonos completamente en ella sin siquiera pensar un segundo: “¿y qué hago yo por ella o él?”. Cuando hagas lo suficiente por esa persona aprenderás a valorar los pequeños detalles que otros tienen por ti, y comenzaras a ser agradecido con las personas, porque ya sabes cuánto cuesta hacer algo por alguien, aunque sea un pequeño detalle, en ese minuto serás agradecido/a y comenzaras a dejar de esperar más de las personas y tu inconformidad comenzará a desaparecer.
2. Miedo a ser lastimado
Es una suposición negativa que muchas personas tienen, es por ello que tratan de buscar todo
los defectos que sean posibles en el otro, lo que ocurre generalmente en dos casos:
1) Cuando conoces a alguien
2) Cuando mantienes una relación estable
En el primer caso crees que si esa persona es perfecta no te dañará. Basura, nadie es perfecto, y cuanto aceptes esa realidad y dejes de buscar al inexistente príncipe azul o a la miss universo te darás cuenta que hombres y mujeres, con todos sus defectos, son la realidad, y cuando aceptes esta idea podrás disfrutar todo el proceso de conocer a alguien sanamente sin alejarlo de tu vida, por aquel primer defecto insignificante que reveló la primera cita.
Cuando mantienes una relación y tu inseguridad se apodera de ti por que tus emociones te controlan y te hacen actuar impulsivamente por el miedo a perder a esa persona y salir lastimado comienzas a intentar ejercer un control total sobre la otra persona, y para ello buscas sus defectos y te fijas en todo lo negativo que pueda tener o que pudiera hacer, siendo o no reales. Con ello crees estar sobre la persona controlando la situación cuando en realidad lo único que consigues es decepcionar al otro, al criticarlo una y otra vez, no siendo capaz de reconocer todo lo que hace por ti, por estar cegado/a por tu inseguridad y el miedo a perderlo. No supongas, no pienses en negativo, controla tus emociones, vive del presente y absorbe todo lo bueno que la otra persona te entrega, es lo único que necesitas para ser feliz.
3. Dependencia
Es una actitud negativa que sólo consigue entregar su felicidad en las manos de la otra persona, un mal común en las relaciones. Nunca dependa de otra persona, porque la felicidad, como dice la maldita frase cliché, esta en lo cierto: “la felicidad esta en uno, no en los demás”. Cuando dependes de una llamada telefónica para que tu día comience bien, cuando depende de escuchar un “te quiero”, o dependes de cualquier tipo de acción que hagan por ti para ser feliz o infeliz, comenzarás a pasarlo mal y a buscar todos sus defectos y a sacárselos en cara una y otra vez, con clásicas frases como: “ya no me llamas como antes, parece como si no tuvieras tiempo para mí”, “ya no eres el mismo de antes”, “ya no me dices todas esas cosas lindas que antes me decias” o “ya no me sorprendes como antes”. ¿Cómo diablos pretenden que hagan todo ellos si se la pasan criticándolos por todo? ¿qué ganas puede tener alguien de hacer las cosas bien sino será reconocido y será criticado por todo? ¿qué ganas tiene alguien de hacer algo por su novia cuando ella ni siquiera mueve un dedo por él? Cuando un hombre comienza a depender de una mujer emocionalmente él actuará excesivamente bueno, servicial y muy sensible a todo lo que haga ella y afecte sus emociones masculinas, lo que rápidamente él le criticará una y otra vez, y buscará cada uno de sus defectos para hacérselo saber e intentará restringirla lo más posible para sentirse seguro. Al demonio con la dependencia emocional, controle sus emociones y será feliz, no convierta a su pareja en su vida, sino en su pareja.
Muchas veces pasa que cuando un hombre entrega todo a una mujer es cuando ellas menos lo valoran, menos se atraen y menos los consideran, ¿están locas las mujeres? Si, tal vez un poco, por reclamar constantemente lo que desean de un hombre y una vez que lo tienen no lo aprecian y lo desechan al tarro de la basura. Por este motivo muchos hombres no comprenden que entregarse por completo y hacer todo por una mujer será visto por ella como el comienzo del final, como si él hubiera llegado a su máximo nivel de entrega y no hubiera nada más que entregar. No puedes ser el niño bueno que complacerá a una chica en todo, tienes que hacer que ella también trabaje, un romance fugaz es de a dos, una relación es de dos, el sexo es de dos (bueno, de tres también), y cada uno debe invertir un 50% para que algo funcione, independiente del tiempo que perdure, ten claro que no debes convertirte en el hombre servicial, vulnerable y disponible para la chica ya que ella perderá el interés en ti. Al igual que cuando fuiste un desafío para ella, nunca dejes de serlo, nunca trates de ser perfecto, y haz que la chica también se la juegue por ti, (invierta) porque o sino pasaras a ser desechado o su amigo que le complace sus caprichos. Tú eliges.
Los defectos son parte de nuestra vida y están en todos los seres humanos, ya sabemos que nadie es perfecto, así que dejemos de buscarlo, seamos realistas, y aceptemos a las personas tal cual son. Deje de limitarse, deje de quitarse la oportunidad de conocer a alguien por un error, deje de juzgar, deje de depender de las personas, deje de basarse en lo negativo, y básese en lo positivo, deje de manipular, deje de vivir del pasado, deje de criticar y comience a disfrutar y rescatar lo mejor de cada persona. En definitiva, comience a vivir su vida no la de los demás.
Pd: Agradecimientos a mi gran amigo Carlos Meléndez, con quien después de compartir un par de tragos y hablar de la vida, llegamos sin intención al título de este artículo, y entre opiniones y opiniones, coincidimos en las conclusiones de cada una de las líneas que acaban de leer, un gran abrazo amigo mío.
CIGS